Buenas tardes Houssain, Hace ya tres meses que emprendimos un viaje de lo más especial y que, inevitablemente, siempre guardaremos en nuestros corazones. Te parecerá extraño que te escribamos tan tarde. Quizás no hayamos encontrado el momento perfecto o tal vez sean, simplemente, palabras no encontradas, palabras que expresen lo que tanto tenemos que agradecerte y que te agradeceremos siempre. Difícil sería contarte nuestra experiencia en tu tierra, pues fueron muchas las emociones vividas y por otro lado, inexplicables. Queríamos decirte que te agradecemos enormemente el viaje inolvidable que nos organizaste. Porque no sólo conocimos un paisaje diferente, también una cultura, un aroma, una gente diferente. Que desde el primer momento en que pisamos tu tierra hasta el último, todo fue a la perfección. Te felicitamos por tu trabajo y por el de cada persona que intervino a nuestro paso. El trato y la organización fueron inmejorables. Podríamos hacerte una lista infinita de rincones recordados que, difícilmente desaparecerán de nuestras memorias, pero hemos pensado en elegir uno. Por eso nos gustaría compartir un momento precioso vivido en el Dar Imperial junto a tus sobrinas. Ese momento de comunicarnos a través del juego, incluso de alguna palabra aprendida en bereber, fue mágico para nosotros. Su inocencia y timidez en el primer momento que nos vimos, y la alegría y confianza que depositaron en nosotros con el paso de unas pocas horas, fue todo un regalo para nosotros. Tal vez recuerdas una foto que te enviamos, en las que salían tan contentas con unas pulseras de mariposa que hicimos a mano para ellas. Según recordamos, mariposa en bereber era algo así como ‘tablulit’, pero nos encantaría que nos lo confirmaras y, si fuese posible, que nos escribieras esa palabra en bereber. Significó mucho en nuestro viaje y sería maravilloso tenerla escrita en la lengua que guarda relación con nuestra historia. La verdad es que pasamos unos buenos ratos en las faldas del Toubkal, con la mirada fija en las estrellas de la noche. Y bueno, lo cierto es que nos quedamos con las ganas de conocerte personalmente y así agradecerte como es debido los servicios prestados, pero parece ser que el destino nos tiene preparado ese encuentro para alguna otra ocasión. Si tienes oportunidad, dale saludos de nuestra parte a tu madre, a tus sobrinas, a tu sobrino Mohamed, a nuestro mulero-cocinero Houssein y como no, a tu primo Hassan. Qué buenos ratos pasamos cruzando los tres valles. Muchísimas gracias por todo, Houssein, y un fuerte abrazo. Tus amigos canarios, Jonás y Cristina.